sábado, 8 de junio de 2013

Paréntesis

Me gusta cuando nos acercamos en silencio
y me besa despacito, sin prisas,
como si regase mi blandito corazón,
sonríe
y dice que soy preciosa.
Aunque sea mentira
y haya chicas mil veces más bonitas.

Hace que sonría y mire hacia abajo
escondiendo una sonrisa tonta,
la única que tengo cuando estoy con él.

Saludando aviones

Recuerdo cuando todo eran risas, cuando el sol me acariciaba el brazo, en silencio.
Recuerdo cuando me despertaban despacito, dulcemente, recuerdo cuando era una niña.

No dejas de ser un niño por ser mayor de edad, quizás antes, quizás después pero poco a poco esa chispa de la vida se apaga y te vuelves frío; de hecho la gente te toma por tonta si no lo eres.
La vida pasa de ser un cuentecito de caballeros, princesas y dragones a la cruda y triste realidad; ¿dónde tiramos la magia?

Sería bonito ser siempre un niño, un niño que es feliz jugando con ramitas en arroyos, que saluda a los aviones, que acoge gorriones y pajarillos que no pueden volar. Qué inocentes éramos pero qué felices.
"Los adultos, qué aburridos son, no entiendo cómo pueden leerse ese libro feo y viejo que te ensucia los dedos llamado periódico. No entiendo cómo pueden beber cerveza si sabe a pis. No entiendo cómo pueden vivir sin columpiarse o hablar de eso llamado política, no entiendo un pimiento. 
Por lo menos soy una niña lista, me sé los ciclos del agua, contar hasta treinta en inglés, que los gatos ven en la oscuridad y los perros en blanco y negro; todavía no me creo mucho que los juguetes no sientan y por si acaso yo les hablo y los cuido..." Solía pensar de pequeña.

Ahora no soy tan pequeña por desgracia, ahora no hay más magia en mi vida que misterios como el origen del universo. "Qué guay."
Ahora hay noches que duermo y noches que no. Noches de excesos y noches de nada. 
Pero la ilusión de que cada día era emocionante, la perdí por el camino, supongo.
Ir al cole ya no me parece algo guay. Ahora es aburrido. Ahora no apruebo fácil como en Cono por saberme la diferencia entre invertebrados y vertebrados. Ahora el cole me quita el sueño y las ganas de todo. 
¿Mis amigos? Mis amigos se fueron y llegaron otros. Unos se rindieron y dejaron de estudiar, yo de momento sigo, a ver qué pasa, a ver qué pasa con mi vida, porque no siempre van a estar papá y mamá y claro, tendré que buscarme a vida. Los echaré de menos. Siempre. Pero estaré siempre agradecida por obligarme a estudiar para que no me falte luego un perejil en la mesa.
Se me hace un nudo en la garganta bastante incomodo al pensar en esto, supongo que son estas mismas palabras, que desean llegar a ellos, pero supongo que me da vergüenza. Cómo soy; me da vergüenza decirles gracias por todo pero no contestarles como a veces lo hago o encerrarme en mí misma.